Aries
Los arianos contarán, a partir del día 3 de este mes, con la presencia de Venus en su propio signo, lo que significará que muchas de las cosas más importantes que se puedan esperar para este mes se relacionarán con el amor. Además, la presencia venusina aportará una mayor dosis de apertura en las relaciones con los demás moderará la característica impaciencia de los Carneros y los hará menos agresivos en su trato con las personas que los rodean, así como también dulcificará sus modales que, en no pocas ocasiones, pueden acercarse a la dureza por un exceso de frontalidad. De esta forma, los vínculos personales se verán muy favorecidos, permitiendo afianzar lazos románticos que ya se encontrarán establecidos o pudiendo iniciar una relación en lo que el idealismo que late en el fondo de todo ariano podrá darse perfectamente. Pero, al mismo tiempo, el regente del signo continúa transitando por un signo con el que Aries mantiene relaciones tan intensas como conflictivas, por lo que el terreno familiar y todo lo relacionado con temas domésticos pueden consumir mucha energía. Esto puede ser tanto dedicándole mucho tiempo al hogar, comprando o alquilando una nueva vivienda o redecorando la que ya se posee; pero también puede significar, en no pocos casos, muchas tensiones con la familia, peleas con la madre, o el riesgo de accidentes acaecidos en el ámbito doméstico.
Aunque la prudencia no sea la mayor virtud de los Carneros, será conveniente que se muestren menos temerarios en sus actos. Júpiter en Libra hará aún más notorio lo antes dicho sobre febrero como mes para el amor; aunque será más importante para los nativos del segundo decanato, particularmente. No pocos Carneros dejarán gustosos la soltería, ya que este tránsito señala altas posibilidades de matrimonio y de profundo enamoramiento. Muchos nativos podrán también abandonar su gusto por la independencia y asociarse por cuestiones profesionales o comerciales.
Lo importante será mantener el propio criterio en un justo equilibrio: sin caer en la omnipotencia ni dando crédito fácil a las habladurías que pueden circular a su alrededor.